La mayoría de los niños tienen un juego completo de 20 dientes primarios a la edad de 3 años. En la tabla cronológica de dientes se puede apreciar el orden en que los dientes salen y a qué edades puedes esperar que aparezcan dientes específicos. Cada niño es diferente, pero usualmente los primeros dientes que salen están localizados en la parte delantera de arriba y de abajo de la boca.
Cuando salen los primeros dientes, algunos bebés pueden tener las encías irritadas o sensibles. Por lo que se puede masajear con cuidado las encías del bebe con un dedo limpio, una cucharilla fría o un paño húmedo puede aliviarlo. También puedes darle un anillo de dentición para que lo muerda. Si él bebe sigue con molestias y adolorido, es aconsejable consultar al odontólogo o médico.
Importancia de los Dientes de Leche
Los dientes de leche son muy importantes para la salud y el desarrollo de tu hijo porque le ayudan a masticar, a hablar y a sonreír. También guardan espacio en las mandíbulas para cuando salgan los dientes permanentes que están creciendo debajo de las encías. Cuando un niño pierde un diente demasiado pronto, los dientes permanentes pueden moverse hacia el espacio vacío que ha dejado y hacer difícil que otros dientes adultos encuentren lugar para salir. Esto puede causar que se tuerzan o apilen los dientes. Por eso, comenzar con una buena salud oral puede ayudar a proteger los dientes de un niño.
¿Cuándo se debe llevar a un niño al Odontólogo?
Tan pronto como aparezca el primer diente y no después de su primer cumpleaños. Una visita al odontólogo a una edad temprana es un «chequeo en el bienestar oral del bebé». Además de buscar caries y otros problemas, el dentista puede enseñarte a limpiar los dientes de tu bebé adecuadamente y a manejar hábitos tales como chuparse el dedo.
Los primeros dientes de leche que empiezan a salir son los incisivos inferiores. Por lo general, se trata de un proceso bastante molesto y doloroso para el niño, quien suele mostrarse incómodo, irritable e inapetente la mayor parte del tiempo. De hecho, en la mayoría de los casos el bebe se muestra ansioso e intenta llevarse a la boca todo lo que encuentra a su alcance para aliviar el dolor, por eso se recomienda comprarle mordedores que le permitan reducir las molestias sin dañarle las encías.
Durante el proceso de dentición también puede aparecer una fiebre ligera y enrojecimiento en algunas zonas de la piel. Sin embargo, la parte más crítica es cuando los dientes están a punto de brotar, en este momento las encías se inflaman, se enrojecen y duelen aún más, aunque en los últimos días adquieren una leve coloración blanquecina que indica que los dientes están muy próximos a la superficie.
En la mayoría de los casos los dientes terminan de brotar alrededor de los 3 años.
De dientes de leche a permanentes
El momento de la caída de cada diente de leche, que son veinte piezas en total, es aproximado, ya que puede haber variaciones debidas a la genética u otros motivos. Los dientes inferiores, que probablemente fueron los primeros en aparecer, también suelen ser los primeros en caer.
Los incisivos inferiores nacen en la parte interna de la encía, por detrás de los dientes de leche empujándolos hacia afuera. En la boca de los niños se pueden apreciar los piquitos de los nuevos incisivos por detrás de los incisivos de leche, que aún no han caído.
Los superiores nacen por delante de la encía empujando los dientes de leche hacia adentro antes de su caída. Los incisivos centrales superiores salen alrededor de los 6 o 7 años.
Con respecto a las muelas, hay que decir que el primer molar definitivo va a salir por detrás de las últimas muelas de leche. Estas muelas no sustituyen a ninguna otra, sino que ocupan el espacio libre que hay detrás de los segundos molares, que aún no han caído, y conviven con ellas durante algunos años. Aparecen primero las de abajo y luego las de arriba.
Cuando empieza a moverse un diente, la recomendación es no forzarlo para que caiga debido a que puede pasar bastante tiempo desde que empieza a moverse hasta que se cae y los movimientos pueden dañar el diente definitivo o la encía. Es importante evitar tocarlo con la lengua o con los otros dientes para provocar su desprendimiento.
Sin embargo, cuando está muy suelto y se mueve tanto que molesta al niño para hablar o comer, podemos permitir que se lo quite él mismo. Si al movérselo, no le duele, es que está bien suelto.
Dientes de leche en adultos
La mayoría de las veces, el diente de leche no se cae porque, debajo de él, a nivel de la raíz, no se está formando el diente definitivo o permanente. En estas ocasiones, al no existir diente definitivo para sustituir al diente de leche y al seguir conservando la raíz del diente de leche, que normalmente es reabsorbida por el empuje del diente definitivo, este permanece en la boca. A esto se le llama agnesia dental.
La agenesia dentaria no está relacionada con ninguna enfermedad sino con un defecto congénito. De hecho, muchas personas que la padecen hacen vida normal sin apenas llegar a notarlo, ya que algunas piezas dentales no son indispensables, como las muelas del juicio.